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Lucharemos en la dualidad eterna del orden inverso de los valores demostrados por aquellos suficientemente digno de portarlos y mostrarlos. Mostrarlos a un mundo ciego de ira y política que no cree en el sueño de soñar despierto y pervive inmerso en su sueño de mantenerse en vilo ante los peligros que contempla en su espejo. Lucharemos en formación desesperada, contra seres que antaño tendieron hacia nosotros sus manos y que en dicho momento se acercaran a nosotros con espadas. Pereceremos bajo los fuegos de la incongruencia y la locura... zozobraran nuestras esperanzas en medio de las gélidas aguas creadas por la razón y la fe en un cadáver putrefacto. Y seremos llamados locos, locos por denunciar a gritos y en silencio lo que nuestras almas claman por mostrar, locos por tratar de destronar a un orden natural totalmente antígeno a lo que el orden natural significa. Seremos CONSIDERADOS peligrosos, denunciados como herejes a la cordura y la visión optimista del mundo... y de entre todo