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Mostrando entradas de octubre, 2018

Huesos.

Es ésta la noche en la que recuerdo. Recuerdo el futuro que llama a tu puerta, quebrado. Es ésta la hora, maldita, en la que lloro, lloro con enfado. Son tus huesos, chirriantes, los que llenan mis oídos. Es mi alma, aterrada, la que maldice tus destinos. Se quiebran, restallan, en un coro de crujidos. Y en la distancia, se confunden con aullidos. Llamaré a la muerte sincera, cuando todo sea silencio. Y en las pisadas de mi camino siempre resonará tu eco. Crujiente, como la hojarrasca del bosque en otoño. Doloroso como la aguja al rojo vivo... Que se clava en mi pecho. Llevando tu dolor... A mis propios huesos.

Observación: Vómito.

Lo mire por donde lo mire, sin importa el extremo moral; No soy una buena persona. Y dirás "Pues yo creo que" pero antes de eso, por favor, escucha lo que tengo que decir. Porque lo primero que hay que saber acerca de mi es un concepto muy simple: Antiser. Soy, en primer lugar, un mentiroso y un manipulador. Ignoro si es de nacimiento o si algo me condicionó a ser así y la verdad es que tampo me importa. Lo que hay es lo que ves y dentro de mi no verás nada que no haya sido cuidadosamente construido durante años. Todo lo bueno que pueda ser o lo malo, obedece a una determinación consciente. Y detrás de ella, solo hay cobardía y miedo. El autoconcepto no puede estar deformado, como dicen algunos porque simplemente sé quien soy. O al menos, lo sabía. Ahora, muchos recuerdos han desaparecido y el esquema está lleno de zonas en blanco. Es una amnesia? Un daño cerebral? Un síndrome de estrés post-traumático? Lo ignoro. Pero trocito a trocito, todo surge. Ladrillo a ladrillo

Esquivando torpedos.

El agua fría, golpea con fuerza. Y nos hundimos hace tiempo en cienos oscuros. Donde la luz y el tiempo se perdieron por completo. Y el tiempo pasó, sagrado, tozudo. Arrastrándonos a los dos a aguas revueltas. Evitando con bruscos giros los torpedos. Y el casco gimió bajo la presión de rendirse. Pero la alegría llegó con la luz del día. Y en lo más profundo, abandonamos el fondo. Para descubrir la luz reflejada en bolsas y botellas. Y en el interior la presión nos hizo llorar. Y en el fondo marino. Avanzamos a ciegas, siguiendo a las medusas. En pausadas carreras hacia aguas más tibias. Y las algas enredaron las hélices oxidadas. Cuadernos de bitácora a bordo del submarino clase Aegis "Bastión". Última anotación. Nuestro tiempo voló en los más profundo de los abismos. Donde la luz roja del oxígeno agotándose era nuestra única fuente de cordura. Cuanto te ahogaste en las noches en las que el abismo te devolvía la mirada? Cuanto deseaste salir a nadar

Torcido.

Se están apagando todas las luces. Pero estuvieron alguna vez encendidas? Me convencí de que si, demasiadas veces. Por que siento ahora que no eran más que mentiras? Caer del suelo hacia el cielo. Creo que ha sido una mala decisión. Porque veo un horizonte invertido. Y a lo lejos, no hay ningún sol. Y sigo cayendo, sin poder aferrarme a nada. Sigo cayendo, pero no era yo un buscador? No puedo parar, ni frenar la caída. Y no hay tierra, ni mar, solo el vacío desolador. Empecé un viaje a la nada. Una travesía sin retorno. Ahora no puedo estrellarme contra la tierra. Y ésta caída no tiene fondo. Todo se ha torcido. Arriba es abajo. Y caigo, caigo y caigo... Despertando a mundos que no... que no soy capaz de entender.