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Mostrando entradas de julio, 2018

Sensación de Ansiedad.

Es sentir el suelo acercarse a toda velocidad. Una y otra vez. Es sentir un plomo ardiente helado en el pecho. Una y otra vez.. Es buscar sentido a la locura y los imposibles. Una y otra vez. Es llorar sin llorar y no hacer nada haciendo el máximo esfuerzo. Una y otra vez. Es decir una y otra vez en un bucle perpetuo. Una y otra vez. Es ser golpeado por el agua que cae del cielo... Sin sentir la lluvia. Una y otra vez. Es sentarte al pie de su tumba y recordarte tu impotencia. Una y otra vez. Es cortar tu carne buscando sentir algo que demuestre que vives. Una y otra vez. Es gritar en silencio, desgarrando tus pulmones. Una y otra vez. Es clavar las uñas en el yeso, buscando la sangre. Una y otra vez. Es quererte sin poder decírtelo, es llorarte sin poder hacerlo. Una y otra vez. Es leer la esquela  sin leer nada realmente. Una y otra vez. Es echarte de menos, sin poder hacerlo. Es querer tenerte cerca, sin ser juzgado. Es querer romper las reglas sin que

En lo más profundo...

Me he quedado atrapado en lo más profundo. Lejos de ti. He intentado luchar pero me hundo. Lejos de aquí. Intentaré resistir la presión, moribundo. Lejos de Aquí. Hundido en lo más profundo. Yo al principio era navegante con rumbo. Siempre hacia ti. Pero la tormenta me arrastró al fondo. Lejos de ti. Las cadenas aplastan mi pecho hundido. No puedo salir. Y mis ojos se cierran en lo más profundo. Cerca de aquí. En lo más profundo. En lo más profundo. Sin rumbo, sin rumbo, sin rumbo. Podría estirar mi brazo. Arañando la arena. Pero de que serviría? Nunca hubo consejo para evitar la sirena. Que canta y canta traicionera. En lo más profundo, aliento moribundo. Lejos de... ti. En lo más profundo! En lo más profundo! Lejos de mi, lejos de ti. En lo más profundo. Nunca hubo consejo. Para... evitar las cadenas...

Observación Cero: Blog.

He sobrevivido. Ha costado pero aquí estoy de nuevo. El silencio de mi rincón secreto solo vistado por espías rusos y canadienses me recibe y yo, sinceramente, lo agradezco. Es decir, nunca quise que ésto se convirtiese en algo más que un cuarto donde guardar mis chatarras. Un vertedero digital personalizado para sentirme a gusto en el gran anonimato. Mi oasis seco en el medio del desierto, mi pequeño cuarto lleno de mierda. De vez en cuando, gente que amo, entra a echar un ojo a mis pensamientos. O lo hacían. Al menos sé de una persona que logró detener mi tercer intento de suicidio alertado en un intento por buscar disuasión consciente. Durante años, he guardado en clave de enigma mis pensamientos más secretos encriptados en éste lugar. Y ha sido bueno. Porque aunque estúpidos, eran míos y si alguien ha desencriptado una pequeña parte, puede encontrar mi verdadero ser en éste lugar. Tanto las partes más luminosas como los pozos más oscuros. Todo está aquí, con Lugar Mal Descrito