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Mostrando entradas de noviembre, 2019

Que las Campanas me doblen.

Que las campanas me doblen... Por rechazar la lluvia en el pasado, por abrazar la tierra seca y golpear con fuerza a quienes me tendieron la mano. Por no saber el cielo de papel del infierno esculpido en un cartón áspero y mojado. Que lo hagan con más fuerza por los crímenes arrancados de la memoria por el bendito destino. Para otorgarme un olvido, que en gran angustia, no sé si alguna vez, con lágrimas en los ojos, lo he pedido. Que las campanas me doblen... Para castigar mi mala lengua negra, bífida y cubierta de mucosidad verdosa, con su sordo veredicto. Que alcen sus anchos cuerpos de bronce para mirar desde arriba, desdeñosas, al que se arrastra suplicando alivio. Que todo el pueblo señale al que rompió, de sus futuras cartas, todos los sellos y los esparció al viento. ¡Campanero! Que se oiga en todas partes la condena nacida del juicio del corazón del justo. Que las campanas me doblen. Que yo las oiga revisar mis actos pasados, borrosos bajo la marea, con no

Defensor.

¡Yhop! Allá voy! Sopensando las posibilidades al vuelo! Saltando sobre los problemas a medida que caen del cielo! Obligando al cuerpo a seguir corriendo! Seguidme! Llevaremos la causa de nuestra existencia a lo más alto! Clamando que por mucho que nos duela, no daremos atrás un paso! Llorando las lágrimas de sangre que se derraman desde dentro! Riendo con torpeza al echar la vista atrás... y contemplar todo lo andado! Yo lo sé, tú lo sabes, lo sabemos. Siempre llega a todas horas el momento! De darlo todo, saltando sin gracia hacia lo que nos espera abajo! Para cuando dejemos atrás la vida, que siga impreso, durante mucho tiempo... El recuerdo. Arriba! Nos serviremos un abrazo de alguien amado y nos levantaremos de nuevo! Abajo! Un golpe desafortunado es posible que nos tumbe sin verlo! Pero! Instintivos, de un salto volveremos a estar de pie, dispuestos a todo! Y cuando todo se torne oscuro... Recuerda que en las noches sin luna es cuando se ve mejor el firmame