El Vertedero del Poeta Loco

Mi pensamiento y el tuyo son muy distintos. Dos poderosas entidades, dos mundos Sin puntos comunes, con otros destinos. El mío arde en frío. El tuyo está mojado, hundido. Y de su unión surge un nuevo abismo. Calcáreo, inútil, muerto y rígido.

Traído del pasado oscuro, esta pequeña lacra purulenta persistente en una hoja de papel olvidada. Rechazo. En la cadena de montaje En el peaje social En la relación casual En la amistad intermitente En la llamada salvaje En el mundo real En el propio viaje En la sangre caliente En incluso... En la muerte viviente. Rechazo: Por el pelaje Por la perspectiva Por la muerte Por la no-vida Por la sangre y el coraje Por ampliar la vista Por mostrar empatía Por ignorar el camuflaje... y ver que se esconde... Rechazo: Al interactuar al tratar de ayudar al cantar, al cocinar y al temblar las espinas y las penas... clavadas en lo más profundo. Al llorar, al rogar y al atacar... Rechazo: Por aislarme, por enconarme. Por destruirme, por construirme. Por contar, por aceptar, por no rendirme. Pero ante todo, sobre todos los motivos... Rechazo: Por interferir en tu existencia.

Ayer soñé que estabas allí Pero tu no estabas. Oh! Qué extraño... Era el mismo sitio El mismo bosque encantado... La misma playa infinita... El mismo dragón invisible... Los mismo ciervos volantes... Incluso las mismas trampas de arena! Y que situación más curiosa! Tu no estabas... y aunque conocí a Grandes Personas... Y caminé por el fondo marino inexplorado. No pude evitar, al despertar... Que una sensación de pena me atravesara... Porque faltando a una ficticia promesa... Tu no estabas.

Cambiáme! Demuestra tu apoyo contra la lucha! La lucha de la violencia contra la violencia! Marionetas, todos marionetas! De un ilusionista adicto a la piromanía... que quema papeles! Oh si! los quema... papeles que prenden en los corazones... corazones que busca condenar. Llora! Muestra tu apoyo al mundo! Todos somos! Durante unos días! Somos un diminuto lugar, somos blanco! Nadie está salvo! Corred! Refugiaros en el miedo! La lucha es el único camino! Esto es ´´ellos`` o ´´nosotros``! No al fanatismo! No a la barbarie! Débiles y ciegas marionetas... Danzad! Danzad al son de la tragedia televisiva! Repetida hasta la saciedad por lágrimas hipócritas! Danzad y que comience el juego! No habrá paz para los terribles malvados! Ni tampoco para la piedad en esos territorios! En memoria de los caídos! Es o ´´ellos`` o ´´nosotros``! Guerra!!

Mi pasado es hermoso. Hermoso erial de espinas, lagos de lágrimas y tierras de sal y sangre. Un lugar surcado de caballeros andantes que son devorados por rosas demoníacas y angustias interiores... Es un placer reencontrarme con mi antiguo dolor.

Acabo de terminar de leer por primera vez Alicia en el país de Las Maravillas. La verdad es que me ha quedado un sabor extraño al terminarlo. No sólo porque parece escrito bajo los efectos de la Lsd o una buena dosis de Psilocibina si no que también parece ocultar una gran angustia en un mundo que nadie comprende y nadie quiere comprender. Algo tan simple como abrir la mente es contra natura en un lugar tan absurdo como delirante. Un lugar en el que la autoridad es representada como un ente egoísta y cruel que blande un poder tan fingido como absurdo y flácido Y por vigésima vez al menos aquel día, el rey ordenó: -Ahora pronuncie el jurado su veredicto- -No!, No!- clamó la reina- Lo primero las sentencias, luego el veredicto.- -Simplezas y tonterías-exclamó Alicia alzando la voz-Qué ocurrencia pedir la sentencia antes que el fallo! -Cállate tu!-ordenó la reina encendida como la grana. -No quiero!- respondió Alicia. -Cortadle la cabeza!- exclamó la reina chillando tan alto com

Octavia sabe a zumo de uva. Y es extraño. Pues la canción gira silenciosa... revelándose poco a poco... en una amplia sonrisa extraviada. La cuerda, la cuerda y la nota clásica... dan vueltas y vueltas en medio de una sutil electrónica. Una canción amable y desenfadada... que da fruto a un poema dando vueltas. Acuosa, se desliza ascendente en una línea... fina y ligera como el aire que mueve una nube plomiza. No hay más final que el propio punto de partida Octavia, es eterna.