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Mostrando entradas de noviembre, 2018

Yo quisiera...

Yo quisiera correr el velo de tus ojos y quebrar el cristal que te rodea... pero me he caído de bruces y ahora sangro en la hierba. Yo quisiera tener mi alma hundida en lo más profundo de la tuya... pero el petróleo que la envuelve tira hacia abajo con fuerza. Haz las cuentas que prefieras, negras, blancas o rojas. Pero mi mundo está vuelto del revés... lo siento, así son las cosas! Yo querría saltar a tu lado y sanar tu cuerpo sin dejar marca... pero me he echo pedazos cruzando una oscura cueva. Y la luz que brotaba de mis ojos, se escurre ahora entre la playa de esa arena. Y créeme que querría, borrar de un gesto tu pena... pero no hay palabras que puedan levantar la niebla. Por eso... Haz las cuentas que prefieras, negras, blancas o rojas. Pero no puedo engañarme y hacer crecer... del desierto mil rosas. Por eso... Haz las cuentas como quieras; negras, blancas o rojas. Pero mi mundo está vuelto del revés... lo siento, así son las cosas! Y yo querría que es

Carussel Deportivo.

Es como aquella vez que ingirió mescalina sintética. Sus miembros eran blandos como la plastilina. Y el atardecer, el puente, las hojas, todo pintado en acuarela. Con el movimiento circular, la realidad se trenza. Y la noria gira, como un carrusel. Mescalínico, Deportivo. En el centro de la mente, no hay eje. Ni en el mundo es capaz de detectar un centro que se aprecie... a simple vista, ve algo difuso, que aparece y desaparece. Pero el cansancio está por todas partes y al final... le vence. Y la noria gira en todas direcciones, como un carrusel. Mescalínico, Resignado. Y pierde la batalla sin caballo ni ejército. Rodando cuesta abajo en un sueño psicodélico... sin final ni principio, solo tormento. Cuando todo terminaba a las pocas horas, era más divertido. Y la noria gira fuera de las geometrías convencionales. Como un carrusel, de horror cotidiano. Es como aquella vez que ingirió mescalina sintética. Y la realidad vibraba como un tambor bajo su pie. Al comerlo

Oración.

Todo. Todo se ha ido, como se han ido mis esperanzas. Como se fueron los sueños que caminaban por cumbres tormentosas. Y bosques encantados de árboles parlantes y hadas caprichosas. Todo. Todo se desvanece en las noches más frías. Cuando los miembros congelados articulan torpes andanzas. Y la mente y el cuerpo son inundados por las náuseas. Y es en momentos como éste,cuando discurren las horas muertas. Que a la mente atormentan los actos malvados y las risas perversas. Carcajadas humeantes con un fuerte olor a algas podridas y aguas muertas. Cuerpo, cede. Cede o déjame aguantar esas marchas agotadoras. Déjame alcanzar las cumbres más altas sin que giren a la vez todas las norias. Y si giran, entonces no me dejes en el suelo, blanco de todas las miradas compasivas. Bajo la máscara, que el final llegue en una de esas noches heladoras. Donde la naturaleza nos pone a todos en las mismas botas. Y entonces, dejad que rompa los ejes de todas las norias. Dejadme caminar sol