Das (3)
Espada. Los filamentos la envolvieron por completo, atravesando con su minúsculo aguijón la blanca piel de la anomalía y depositando pequeñas cantidades de toxina paralizadora en lugares selectos de su cuerpo. Con un nuevo empellón, la masa principal aterrizó en el suelo y comenzó a palpitar de forma frenética tratando de alcanzar la comida. – Es mía! - aúllo Shaladanh con un potente grito mental que hizo encogerse a la criatura. Los filamentos arrastraron con suavidad a la anomalía hasta el agujero, momento en el que Shaladanh comenzó a ascender por el orificio con calma. Primero surgieron dos pares de finas y gruesas patas blanquecinas de aspecto cristalino. Los filamentos se retiraron y el orifico comenzó a dilatarse hasta doblar su diámetro original. Un solo ojo verdoso se elevó y enfocó durante unos segundos a su presa, comprobando si comprendía peligro alguno. Satisfecha, un gruñido de monstruosa aprobación surgió del orificio mientras los filamentos envolvieron de nu