Amanecer Nocturno.

Un segundo. Otro.Otro más.
La cima de la montaña se ilumina.
A las 7 de la tarde. El 25 de diciembre.
Fulgor. Luz. Luz de espectros dorados.
Despuntando cual alba errónea.
En una tibia mañana de verano.

Mundo de obsidiana.
Líneas blancas en los límites.
Y un dorado intenso...
Rodeado de un azul nocturno
más profundo que el océano.
Así fue. Así es. Así sea.

Porque sucesos como ese.
Nacen y permanecen.
Fuera del alcance del tiempo.
Grabado a ilusión y sueño
En el alma de los pocos observadores.
Ante los que tal portento...
acontece.

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