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Mostrando entradas de diciembre, 2018

Perdóname...

Caras que se desvanecen en la memoria... Perdóname... Aunque no te recuerde y ya no estés... No me olvides... Para seguir siendo el que era, al menos en tu recuerdo... Y aún en el otro mundo, guardadme... Guardadme del olvido y cubrid mi ausencia con el recuerdo de lo que he sido... Mientras el desconocido vaga libre, con su propia memoria... Y las caras se reviven, deformadas, antes de perderse en el recuerdo... Perdóname... Por favor, perdóname... Mientras desapareceis de mi sendero...

Psitis

Puedo correr, haber corrido y haberme corrido corriendo. No lo recordaré pero jugar con las palabras creo que me mantiene cuerdo. Y con cuerda, coordinaré amarres para los pájaros invisibles que son mis pensamientos. Que son libres, libres y efímeros. Dispersos, efervescentes y... Había uno que completaba! Completaba la rima pero ha volado. Y se ha perdido en los vientos del tiempo. Y si era saber hacer la puntilla en el huevo frito? Ayuda! Alguien! No me gustan cocidos! Y a quien hablo? Si no recuerdo... Pelos y caras. Ojos y dientes torcidos. Os perdéis en la bruma del tiempo... Nos conocemos? Nos hemos cocido antes? Perdona, es que pierdo pensamiento. Y memoria, engranajes ya no sueltos; evaporados. Y sonrío. Porque recuerdo que era algo pequeño... Pero ya no recuerdo tu rostro. Ni el tuyo. Ni el de ese otro. Ni como cocinar un buen rissotto. Y es que vivo siendo un trozo de presente construido... Porque he perdido... mi pasado. Y quien es el rostro que sonríe y de

La Fiesta.

Vinisteis a buscar y buscasteis y rebuscasteis. Pero en la casa la lámpara ya estaba fría. Y nadie esperó. Nadie quería. Nadie se dio cuenta... Que el fénix todavía era ceniza. Y empezó la fiesta. Subió el calor, prendió la música. Y la luz atrajo a la polilla y solo pudo elegir entre mirar o quemarse! Y a quien le importa cuando la fiesta es eterna... Mientras haya bebida y buena compañía... Que la negra sombra, oscura polilla, se quede fuera. Y quien puede culparte, mundo? Nunca has esperado. Y los que no pueden seguirte? No hay perdón para el que aguarda presa del hielo. Porque en el mundo de tu risa, de tu fiesta, la mascarada es eterna. Y quien escucha al que aporrea la puerta? La música está demasiado alta y nadie recuerda. Abridle! Ha perdido la llave y no hay ninguna ventana abierta! Y él tambièn quiere un trago! Y ella también quiere una calada! Abrid! No les dejéis fuera de la fiesta! Y quien quiere verla? Quien se arriesga? Acércate un poco y tal vez no