Mi tumba de hielo.
Dribja recobró la consciencia y el dolor la golpeó en el vientre como si la hubiera atravesado una bayoneta. La joven abrió los ojos entornados y vio rojo sobre pequeñas motas blancas. Nieve. Trató de mover los brazos pero el arnés de seguridad se había enredado, dejándola atrapada e indefensa mientras la nieve se acumulaba sobre el mamparo de su bípedo. La joven piloto sentía un dolor horrible en el cuello y al descubrir su prisión, pataleó con desesperación. Sin embargo, se arrepintió de inmediato, pues el horrible dolor que sentía en su vientre se agudizó hasta arrancarle un grito amortiguado por su casco de combate. Cuando la sensación se mitigó, bajó la mirada y un escalofrío le recorrió la columna al ver un fragmento de blindaje hundido en su tripa. El grueso blindaje del bípedo la había salvado... pero a cambio la deformación causada por el impacto estaba ahora hundida en su vientre. ¿Voy a morir?¿Es este el anunciado final? ¿Donde están las estrellas de Edona? ¿Donde está e