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Mostrando entradas de marzo, 2015

El Inicio de Los Mundos.

A pesar de todo lo que se haya dicho. Una cosa es cierta: Los mundos, nacieron con fecha de caducidad. Y aunque nunca se determinó un cuándo o un donde, no eran, a su entender, igualmente importantes que el quién. Y qué representaba el quien? Realmente, es difícil explicarlo desde un punto de vista empírico o existencial, pues es su influencia demasiado sutil como para poder ser apreciada desde una visión temporal propia de una deidad como yo. Tampoco la de un humano, demasiado efímera y caótica. Y por supuesto, no la de los Pueblos Olvidados, demasiado obcecados en su propia existencia como para ver más allá de lo que se ocultaba tras el Velo. Y por tanto, a aquellos que descubrían la verdad.  Sin importar raza o condición, eran marcados por el terrible miedo que infundían a la misma existencia, no como agentes del fin. Si no como heraldos de tiempos que están por venir. Y su palabra, marcada por la eterna verdad, quebraba los mismos cimientos de la cambiante realidad. Causan

Imaginando (2)

Vamos a hacer una cosa. Con cada sonrisa que me otorgues. Te regalaré una rosa. Y en la batalla a la que llamas vida. Con el paso de tu tiempo y algunos colores... Encenderé el brasero que yace en tu centro. Tornándolo luminosa llama cubierta de sombra. Y en la batalla a la que llamas vida. Con cada cosa que logres. Te regalaré de mi propia llama... Una sonrisa en la que brillen miles de colores. Ese brasero que yace en mi centro, no pide otra cosa... Que no sea la sonrisa que tu me otorgues. Asi que vamos a hacer una cosa. Con cada sonrisa, venceremos una batalla. De la sombra de la batalla, brotará de la tierra una rosa. Que no hará honra a su nombre, a no ser que tu se lo otorgues. Pues nacerá cubierta de la sombra que yace en el tiempo. De tu interior, de tu centro... Hazme un favor. Toma tu llama interna, la que da luz a tu vida... Y dale colores. Y por cada rosa pintada de colores, se habrá echo una buena cosa, el valor de la sonrisa, la luz del brasero que yace en el