El Inicio de Los Mundos.
A pesar de todo lo que se haya dicho. Una cosa es cierta:
Los mundos, nacieron con fecha de caducidad. Y aunque nunca se determinó un cuándo
o un donde, no eran, a su entender, igualmente importantes que el quién.
Y qué representaba el quien? Realmente, es difícil
explicarlo desde un punto de vista empírico o existencial, pues es su
influencia demasiado sutil como para poder ser apreciada desde una visión
temporal propia de una deidad como yo. Tampoco la de un humano, demasiado
efímera y caótica. Y por supuesto, no la de los Pueblos Olvidados, demasiado
obcecados en su propia existencia como para ver más allá de lo que se ocultaba
tras el Velo.
Y por tanto, a aquellos que descubrían la verdad. Sin importar raza o condición, eran marcados
por el terrible miedo que infundían a la misma existencia, no como agentes del
fin. Si no como heraldos de tiempos que están por venir. Y su palabra, marcada
por la eterna verdad, quebraba los mismos cimientos de la cambiante realidad.
Causando gran espanto en todo ser viviente ajeno al conocimiento portado por
aquellos que habían visto la verdad.
Hubo, por tanto. En aquellos que se vieron castigados con la
verdad. Gran pena por haber sido rechazados por todos los pueblos existentes,
gran pena por haber sido exiliados a parajes remotos que avivaban las historias
restallantes en sus mentes. Historias que concernían a pasados, presentes y
futuros suficientemente extraños como para romper, con el paso de los
eones, sus mentes debilitadas por la soledad. Por estos derroteros, caminaron
durante más tiempo del que puede contarse, tornándose su mayoría en seres
ciclópeos que acabaron sus días devorando la realidad que un día juraron
defender.
Pero como en todo, unos eran distintos a otros. Y muchos
pudieron escapar de aquellos parajes de desolado destierro al que habían sido
confinados. Y con sus mentes intactas, recordaron lo que los mundos habían
arrojado sobre ellos: Destierro, terror
y desprecio. Y algunos, con gran sentido de justicia, esclavizaron sin
remordimiento a mundos enteros. La mayoría no con ansia de castigo, si no con
la firme intención de presentar batalla en el fin de los tiempos. Incapaces de
aceptar que algún día, todo lo que vieron en su destierro, lo verían cumplido.
De estos, yo mencionaré a tres. No los más importantes, ya
que fueron muchos los que terminaron siendo destruidos por sus hermanos, al
convertirse en esclavos de su propio poder. A estos caídos en su propia
magnificiencia, se les castigó con gran severidad, siendo reducidos a monstruos
babeantes conformados por roca , carne, agua, almas y sangre. Y con apetitosos
señuelos, se les expulsó a los parajes
olvidados donde antaño habían sido exiliados por la existencia.
Y por ello, solo me atreveré a mencionar a los tres que
mantuvieron su propósito a través del avance de la Espiral del Tiempo.
El Surfista fue aquel al que se conoció por ser el primero
en hallar la salida del exilio. Liberado, pactó con dioses y entidades que hoy
ya no existen para comenzar la búsqueda de un artefacto mítico conocido como:
El Enigma . Dicho artefacto, de
existencia nunca probada, prometía ser una especie de agente reparador del
velo. En palabras más simples: un bálsamo capaz de curar el Velo, reiniciar el
tiempo y negar el destino.
Como participante en dicha búsqueda. No puedo sino indicar el fracaso resultante
en algo que se cobró más vidas de las que puedo recordar, durante más tiempo
del que puedo indicar. En cuanto a lo
que sucedió con el Sufista… Recuerdo haberlo visto por última vez en lo que se
conoció como La Morada de La Dama De Plata. Penetrando sus oníricas puertas en busca de
consejo…
Al segundo de ellos, he de referirme como El Panda Celeste.
Mensajero y mediador para todas aquellas almas que eran capaces de romper el
cascarón y despertar a la verdad. De los tres, El Panda Celeste fue siempre el
más misterioso. Como el mismo viento, su misión resultaba evidente y al mismo
tiempo, terriblemente fractálica.
Cuajada de acciones sin sentido que poco a poco, cobran forma en lo que
podría ser la única esperanza para reforzar el velo. Eterno burlador de
sonriente pelaje, vaga entre los mundos sin razón mayor que observar ciertos
acontecimientos concretos. Sin embargo, debo señalar que su poder no es menor
que el del Surfista. Como he tenido
ocasión de comprobar en más de una ocasión, ya que en el pasado, confrontamos
en no pocas ocasiones.
Y por último, estimo especial cuidado en mentar al último de
los tres. Pues mencionar su título es suficiente como para atraer su oscura
mirada, es suficiente invitación para
que las sombras acudan ávidas de alimento a mi llamada. Y sin embargo, con el
poco tiempo de vida que me resta, no puedo evitar sentir una notable
indiferencia hacia las consecuencias de realizar semejante llamado. Mi fuerza vital… se agota… desprovista tras
tanto eones del alimento divino. Por ello, que sea lo que quiera, anotaré su
nombre en esta memoria y que otro decida
lo que suceda.
El Rey De La Oscuridad. Así se llama el tercero de los tres.
El más poderoso de ellos, y al mismo tiempo, el único que decidió tomar
venganza sobre la existencia a causa del Exilio. Dicha cruzada fue concebida como la
oportunidad de forjar una nueva arma capaz de cambiar las tornas del destino a
su favor: Las Sombras. El principio es simple: Tomar el vacío del universo y
darle vida a través de las vibraciones emocionales. Dicho experimento desembocó
en éxito y derrota que por otro lado, no pudo ser en ningún momento, mayor
factor que el propio sacrificio realizado por El Rey de La Oscuridad. Su majestad se convirtió en el amo y señor de
todas las sombras presentes en el Omniverso. Sombras físicas, energéticas y
emocionales. Tal poder, no tardó en
fermentar por su cuenta en una entidad rebelde a su soberanía: Entidad conocida
como La Oscuridad.
Y es que la principal diferencia entre Las Sombras y La
Oscuridad radica en la inteligencia colectiva de esta última. Inteligencia
devoradora que ansía consumir todo el Omniverso. Y de esta forma, cumplir de
forma irónica, el propósito por el que fue diseñada: Generar un nuevo destino.
A pesar de esta amarga derrota por todos los frentes. El
tercero no ha cejado en ningún momento
su lucha para cambiar el destino. Ambos destinos. Su soberanía en las sombras
resulta absoluta, así como también su encarnación del más cruel de los
demonios. Reputación que en estos
últimos tiempos, ha desaparecido, reemplazada por el la imagen de condenación
personificada.
Del tercero es destacable apuntar, que es el único de los Tres que ha pisado la
Omniumbra. Mis encuentros personales con
el Tercero han sido puramente aterradores, motivados principalmente durante la
búsqueda del Enigma. De esos encuentros
y sus resultados mencionaré únicamente las marcas negras que porta mi
debilitada alma… marcas que nunca han llegado a desaparecer, a diferencia de
mis recuerdos más añorados.
Y aun a pesar de los vastos poderes con los que cuentan
aquellos que pueden expresar la eterna verdad.
Fueron sólo Los Tres los que usaron su condición para tratar de alterar
las tornas del destino. Y qué sucedió con el resto? Qué sucedió con aquellos
que no sucumbieron a los deseos de usar sus poderes para su beneficio? Qué sucedió con aquellos que escaparon del
Exilio y fueron incapaces de romper las cadenas de la cordura? Bueno.
Realmente, muchos trataron de regresar a sus realidades, y gran calamidad se
cernió sobre los mundos cuando fueron rechazados. Pues locos de rabia, muchos
decidieron descargar su ira sobre los mundos, arrojando lluvias de fuego que
extinguieron
civilizaciones enteras. A estos, se les exterminó con gran pena
por sus compañeros. Y entonces, dos
bandos nacieron a raíz de esta purga.
La guerra llamaba a la puerta del Omniverso.
Por un lado. Se alzaron en armas aquellos que vieron que su
palabra podía ser tomada como ley. Aquellos que vieron como su voluntad podía
quebrar mundos enteros sin oposición alguna. Aquellos que creyeron que su
condición era una señal de que debían gobernar el Omniverso.
Y en contrapartida. El resto de Conscientes, temerosos del
pensamiento egotista y desdeñoso del que hacían gala muchos de sus hermanos.
Pensamiento que en su forma más radical, apostaba por una cosecha universal de
seres inferiores. Con el único objetivo de aumentar el ya desmedido poder que
poseían los Conscientes.
A este bando, debo señalar que se unió la existencia entera.
Y por primera y última vez, Conscientes y Existentes se unieron para hacer
frente a los Cosechadores. Nombre con los que todavía se les recuerda.
Las consecuencias de aquel conflicto, todavía resuenan a
través de cada segundo. El Omniverso se quebró, incapaz de resistir las
terribles fuerzas desatadas. Los mundos, estallaron en violentas explosiones
que erosionaron aún más el tejido Omniversal. Cuando ambos bandos comprendieron
que con sus acciones, cumplían la profecía que les había sido revelada durante
el Exilio… ya era demasiado tarde. Y en nefanda y terrible hora, la guerra se
convirtió en una carrera desesperada a la búsqueda de lo único que podía
declarar un vencedor del conflicto… y según las leyendas, reparar el Omniverso
y forjar un nuevo destino… La Omniumbra.
Y en la Omniumbra, se resolvió la batalla final. Con gran
consecuencia para todos. Pues lejos de proclamar un ganador o solucionar el
destino. Ambos bandos solo hallaron las puertas exteriores cerradas a la misma
realidad. Y entonces se supo, que el destino había ganado la partida.
Ambos bandos, restañaron sus diferencias y observaron
horrorizados las consecuencias de sus acciones. Por un lado, el Omniverso yacía
destrozado, la energía que antaño había nutrido a Existentes y Conscientes por
igual… se agotaba. Y a día de hoy, poca ya puede restar en el Omniverso.
La respuesta al problema, se hallaba fuera del alcance de
ambos bandos. La Omniumbra estaba cerrada a todos. Por tanto, las visiones se
habían cumplido, las profecías que anunciaban el fin de los tiempos cobraban
sentido… y tal y como se predijo, los Conscientes perdieron la mayor parte de
su poder. Quedando reducidos a algo tan mísero que muchos no pudieron
soportarlo.
Muchos Conscientes enloquecieron. Incapaces de aceptar su
papel de simples marionetas. Otros, consumidos por la culpa, resolvieron
utilizar sus menguantes fuerzas para tratar de reparar el daño. Y con esta
acción, extirparon una serie de mundos que resultaron intactos y crearon una
suerte de universo oculto. Este, y no otro, es el universo en el que vivimos.
El viejo Omniverso tiempo ha que fue devorado por El Enemigo.
Los Existentes, fueron conducidos a este nuevo mundo a
través de los campos de amapolas de Planina: El cascarón protector que envolvía
y camuflaba el nuevo universo. A los conscientes que pudieron asumir su nueva
condición, se les dijo que tomaran aprendizaje de los errores del pasado y
honraran el sacrificio de sus hermanos. De igual modo, se les encargó la tarea
de expulsar a los siervos del Enemigo o los Cosechadores que quisieran obrar en
el nuevo universo.
Se les llamó Asustadores.
Y junto con los Tres. Han protegido los mundos de Erart,
Narua, El Inframundo Ominoso, El Mundo Flotante, El mundo Original, El LLano
Eterno y Los Vagos Restos de aquellos que un día llamaron hermanos, del Enemigo
y de La Oscuridad. Pero, tamaña tarea resulta imposible, pues con el paso de La
Espiral del Tiempo. El edicto del destino y las visiones del Exilio se cumplen
de forma inexorable.
El Tiempo se ha agotado y los mundos languidecen mientras
los Existentes continúan inmersos en sus patéticas maquinaciones, ignorantes de
aquellos que son sus más fieles defensores.
Comentarios
Publicar un comentario