Operario, abre las puertas.
Abre las puertas al vacío eterno. Aquel del que creí haber escapado Pero que ahora me espera impertérrito. Sé que se alegra de verme Y acepta con gusto inerte la sal con la que ya pagué. No hay rosas justas para mi Ni tampoco súplicas para ti A esta decisión no le queda ningún matiz. Nada de esto rima, pero no importa La tinta se secó cuando la tiré en la mesa Y el peso de la vida aplasta mi espalda. Lo siento, no me quedan balas para probar mi espíritu. Ni un reflejo que observar a contraluz Y lo peor, es que en el fondo, no eres tu. Pero qué importa el vómito del pensamiento? La circunstancia no propicia ningún verso Y solo me falta un paso para saltar al vacío. Y nuevamente me disculpo, porque esto no es un desliz Es pura flema cerebral que esputo por la nariz Para que el dolor no se cobre mi esencia que por ahora se retuerce con la vitalidad de una lombriz. Mis disculpas,como decía, el abismo espera Esta vez sin ocultar su fiel naturaleza Y yo, que no quiero ser menos, entro con l