En tus llamas
En el centro del fuego vi mi vida consumirse.
Como una tabla seca en una buena barbacoa.
En todo existen riesgos que deben asumirse.
Pero ahora veo mi piel llenarse de ampollas.
Y en las llamas salto, buscando donde asirme.
Me arden los pies y mi sudor es cristal de sal
La leña, ardiente y quebrada cae. ¿Nadie me oye?
¡Por favor, agua! ¡Que pare este tormento infernal!
No pueden hacerlo, porque no hay nadie.
Yo prendí los papeles, yo removí las brasas.
Fui yo quien cuidó la hoguera con todo detalle.
Y es del corazón, ése que cabalga entre fronteras
De donde surge el fuego que abrasa mis entrañas.
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