El largo camino

El largo camino no le llevará a ningún sitio.
Alguien ha tenido que abrirlo. Y si no ha dejado señal...
es que nadie ha tenido el detalle de haber vuelto.
Claro que, por qué tendría que hacerlo?
Para dar algún dato de importancia a un joven en pijama
que escribe en un blog que nadie visita sobre qué es la vida?
Por supuesto que no. Eso es una tontería.

Claro que quizás, nadie haya completado el camino.
Tal vez termine lleno de maleza, o tal vez al borde de un abismo.
Usted no lo sabe, y yo no conozco a nadie...
a nadie que sepa que hay al final del camino.
Y eso tiene sentido. Usted entiende que sería estúpido mirar atrás en ese punto.
¿Lo hace? Claro que sí, habiendo llegado tan lejos.
¿Para qué volvería atrás?

Por eso, recorrer el largo y viejo camino no le dará lo que busca.
¿Como podría? El largo camino está tan incompleto como su persona.
Es un reflejo desesperado de lo que busca...
de su mayor anhelo. Su arcadia particular.
Siga adelante si quiere, continue con los demás.
En otro mundo. Vi que al menos mi búsqueda, está condenada.
Y espero que eso no sea extrapolable a todos los demás.

¿Qué haría usted entonces?
 Pierdase fuera del camino. Salga de lo impuesto.
Déjese llevar como una hoja al viento.
¿Qué sucede amigo? Oh... ya veo... le da miedo.
No puede ni imaginar salir fuera del camino.
Totalmente perdido, ¿como puede uno encontrarse a si mismo?
Y es cierto. Es duro e ingrato. No tendrá sueños ni tampoco metas.

Carecerá de guías, carecerá de destinos y éxito.
Carecerá de sendas claras y de farolas de petróleo.
No tendrá el fuego de la promesa al final de todo.
El bosque es oscuro. La montaña empinada.
El mar siempre salado y la ciudad, muerta.
No habrá guía ni pasos correctos.
Toda voluntad será nula, incorrecta y desconcertante.


Y por sus ojos. No querrá hacerlo. ¿Cuantos querrían?
¿Yo? Yo me dejo llevar. Como solo un loco puede hacerlo.

Buena suerte amigo.
No pierda de vista su firmamento.