Alicia en el país de las maravillas (Reflexión)

Acabo de terminar de leer por primera vez Alicia en el país de Las Maravillas.

La verdad es que me ha quedado un sabor extraño al terminarlo. No sólo porque parece escrito bajo los efectos de la Lsd o una buena dosis de Psilocibina si no que también parece ocultar una gran angustia en un mundo que nadie comprende y nadie quiere comprender. Algo tan simple como abrir la mente es contra natura en un lugar tan absurdo como delirante. Un lugar en el que la autoridad es representada como un ente egoísta y cruel que blande un poder tan fingido como absurdo y flácido

Y por vigésima vez al menos aquel día, el rey ordenó:
-Ahora pronuncie el jurado su veredicto-
-No!, No!- clamó la reina- Lo primero las sentencias, luego el veredicto.-
-Simplezas y tonterías-exclamó Alicia alzando la voz-Qué ocurrencia pedir la sentencia antes que el fallo!
-Cállate tu!-ordenó la reina encendida como la grana.
-No quiero!- respondió Alicia.
-Cortadle la cabeza!- exclamó la reina chillando tan alto como pudo.
Pero nadie se movió.
-Quién va a haceros caso?  dijo Alicia que había vuelto a su estatura normal- No comprendéis que toda la corte no es más que un Juego de Naipes?-

Es en este punto donde uno puede entrever la crítica política hacia el sistema judicial y la monarquía en general. Un complejo y absurdo juego de Naipes que a la hora de la verdad nada puede hacer contra el poder de la razón como nos señala ese inmovilismo patente ante los furiosos y egoístas mandatos de la reina. Por supuesto, esta razón tan básica es inexistente en el país de las maravillas, en el que todos los habitantes temen al poder establecido pero ridiculizan y vilipendian la razón.

Dejando a un lado la extrema imaginación del señor Carroll, los comportamientos de las criaturas no son tan imaginativas y excepto en un par de casos se traducen en un bucle constante de locura y carencia de imaginación, lo cual es una gran paradoja, ya que, si el sombrerero loco está en conflicto con el Tiempo y por ello atrapado en una eterna merienda, poco le costaría hacer las paces con el susodicho o al menos, escapar de su tiranía. Y ese es otro punto interesante que analizar, la opresión del tiempo sobre la eterna merienda que se caracteriza en el sombrerero (Su esclavo consciente), la liebre de marzo y el lirón (Esclavo inconsciente e ignorante), la verdad es que, que sencillo sería desde mi perspectiva levantarme e irme a dar un paseo ignorando el tiempo por completo. En su caso, esclavos del mismo, sufren la tortura eterna de una vida cada vez más deteriorada (La suciedad en las tazas). Alicia, libre del influjo del tiempo, considera absurda y demencial toda la escena.

Y es de Alicia de quien me gustaría hablar en último lugar... y en concreto, de su problema de No Personalidad. Esa sensación constante de no ser ella misma, de no encajar en el mundo y de que todos se lo digan de forma directa e indirecta una y otra vez... es... revelador... cuanto menos. La sociedad nunca va a aceptar que seas distinto, ese es un hecho hasta ahora en mi experiencia verdadero (Aunque no quita que no haya buenas personas pululando por ahí, porque las hay... y muchas.) en este punto veo como Alicia se desespera con todas las increpaciones acerca de su naturaleza extraña... todas? No! un gusano de seda fumador y vividor le responde que no hay nada extraño en ella con simpleza y tal vez algo de superioridad inicial, sin embargo, sus intenciones son buenas, ya que la ayuda a crecer (Pilláis la metáfora?) tras dejar claro que no hay problema alguno con su estatura actual (Es decir, con su desarrollo).  El segundo personaje clave en este factor es sin duda el Gato de Cheshire, que con simpleza y acierto responde las preguntas de la pobre Alicia con las soluciones más aparentemente inútiles pero más obvias y razonables. El hecho de que el gato sabe de toda la farsa real y de la flacidez del poder monárquico se hace evidente cuando no sólo se niega a inclinarse ante el rey si no que con su propia existencia (Sin cabeza) es capaz de truncar el sistema de ejecución basado en el miedo (El verdugo que se niega a cambiar del sistema) y siempre se ríe, siempre se ríe de todos y de todo.

Esto se demuestra con su afirmación de que gruñe cuando está contento y sonríe cuando se enfada. Qué quiere decir esto? Si seguimos la lógica de sus palabras está enfadado toda la obra... sin embargo, si tenemos en cuenta su condición de ´´conocedor del tinglado`` podemos determinar que está descontento con la actitud de los locos, entre los cuales se incluye, pues nadie salvo Alicia da un paso para cambiar las cosas, ni siquiera el poderoso y enigmático gato de Cheshire. Lo cual me lleva a la conclusión de mi reflexión con el final del relato. Cuando Alicia se opone y desbarata al sistema corrupto y opresor, es en ese momento, cuando queda patente la debilidad de este y un mundo nuevo, libre de miedo, florece en un instante.

Es curioso resaltar que toda la obra está impregnada de miedo: El miedo de Alicia, el miedo de la Duquesa, el miedo del Sombrerero, el Miedo del conejo blanco... sólo unos pocos como el Gato o el gusano de seda son capaces de vivir sin miedo, con los ojos abiertos y con una perspectiva que no encaja en el país de las falsas maravillas. Tal vez, estos dos tengan una llave que conduce al auténtico país de las maravillas.

En general, ha sido una gran lectura.

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