Observación Cero: Blog.

He sobrevivido. Ha costado pero aquí estoy de nuevo. El silencio de mi rincón secreto solo vistado por espías rusos y canadienses me recibe y yo, sinceramente, lo agradezco. Es decir, nunca quise que ésto se convirtiese en algo más que un cuarto donde guardar mis chatarras. Un vertedero digital personalizado para sentirme a gusto en el gran anonimato. Mi oasis seco en el medio del desierto, mi pequeño cuarto lleno de mierda.

De vez en cuando, gente que amo, entra a echar un ojo a mis pensamientos. O lo hacían. Al menos sé de una persona que logró detener mi tercer intento de suicidio alertado en un intento por buscar disuasión consciente. Durante años, he guardado en clave de enigma mis pensamientos más secretos encriptados en éste lugar.

Y ha sido bueno. Porque aunque estúpidos, eran míos y si alguien ha desencriptado una pequeña parte, puede encontrar mi verdadero ser en éste lugar. Tanto las partes más luminosas como los pozos más oscuros. Todo está aquí, con Lugar Mal Descrito o el requiem del idiota en la oscuridad y muchos otros que, en definitiva, expresan mi visión de la realidad.

En cualquier caso, mi intención sería que siguiese siendo así. Me encantaría... pero la gente que me ha leído, esos pobres bobos valientes dicen que tengo talento y que escribo bien. Y no es algo casual, expresado por una sola persona, no... me lo dicen demasiado a menudo como para poder seguir negándolo.

Y por qué lo niego si es cierto? Pues porque no es en absoluto mi intención. No busco escribir bien. Tampoco una métrica cuidada o una matemática precisa en las palabras. Si algo puede definir éste blog es CRUDO. No hay filtros, ni tapujos, es lo que es, joyas o detritus encefálico todo es droga sin cortar. De mi mente y mis torpes y temblequeantes dedos a vuestros curiosos ojos.

En la literatura seria y en los juegos de rol, vale. Es factible. Mejorar resulta necesario para sintetizar mejor las imágenes que se agolpan en mi cabeza. Pero la poesía... la poesía guarda ese matiz rebelde y bobalicón que tenía con 16 años y que busco que se mantenga. Es decir, mi primer poema verdadero fue un simulacro de emergencia ante una situación depresiva crítica. Una catarsis necesaria que desembocó en una eyaculación de tinta y lágrimas.

Eso, en la época negra o en la nube psicodélica, siempre ha sido mi esencia. Porque en el fondo, soy un ser errático, torpón y onírico y mis letras deben y quieren dejar impronta de eso.

Por tanto. En un principio me irrita tener que cambiar el propósito de éste blog. Pasará de ser un almacén cerrado a tener una ventanita por la que entre el aire. Es decir, que voy a empezar a compartir mis poemas y a sentirme ligeramente orgulloso de mis pocos cientos de hijos bastardos.

Si alguien quiere leerlos, echar un ojo a mis pensamientos. Adelante, pasa y ponte comodo. Disfruta de mi paradigma de la realidad que rodea mis órganos sensoriales. Siéntete libre de comentar lo que desees y por favor, habla en voz baja: estoy intentando soñar.


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