Y yo que se como se llama. Si ha salido sin permiso!

Encendidas las estrellas.
Pude ver la luz entre las columnas.
Tu misterio, llamaba.
Pero yo era un niño.

Con la plata en lo alto.
La bala del deseo pasó rozando.
El rechazo de mis creencias
Que buscaban tu regazo.

Exprimido y quemado el tiempo.
Te vi pasar, luz de la mañana.
Tendida sobre la pradera.
Y dije: Esta vez no se escapa.

Y encendidas las estrellas.
Me hiciste olvidar a la luna.
Porque la sombra entre tus piernas.
Me hizo perder la locura.

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