El Relicario del Volcán 5/5: La llama negra.

En lo más profundo. El humo proviene de una llama.
Una llama negra como la noche.
Una llama que ha ardido desde siempre.
Se llama inocencia... y ha llegado la hora de apagarla.

Arde negra desde el pasado. Desde que aquellas manos.
Se deslizaron en mi alma. E hicieron... "cosas".
"Cosas" horibles, cosas que un niño no puede llorar.
Cosas que solo se pueden enterrar... en lo más profundo.

Y el corazón grita. El corazón grita de asombro.
Grita con ira, con rabia, con dolor, con el humo como maestro.
Déjalos libres, maldito! Déjalos para que devoren el mundo!
Habla de los fuegos, de los fuegos que llevo dentro.

En lo más profundo. La llama se apagó un tiempo.
Y reinó el frío. Y en el frío, hice "Cosas".
Cosas horribles. Porque la llama era así y mi maestro era el humo.
Y el humo era mi cielo.

Y las estrellas eran las brasas de mi propio fuego.

Arde negra. Alimentada por su propio residuo.
Esas manos, puedo liberarme de su abrazo?
Esas "Cosas". Puedo borrar el pasado?
"No"- responde el humo- Pero puedes quemarlo!-

Aún en los momentos más fríos.
Entre las salvajes y potentes embestidas.
Ha ardido siempre en mi interior.
Como si fuese el pequeño relicario de un volcán negro.

Puedo apagarla? Debo hacerlo?
En realidad son preguntas vacías.
La verdad es que arde en negro...
porque se extinguió hace ya mucho tiempo.