El Relicario del Volcán 2/5: Amor de sangre y fuego.

Perdido, destrozado. Un tullido surgió de la sombra.
Y avanzó hacia tí, Ángel de hielo.
Extendiendo manos llenas de ampollas y esperanza.
Con la que poder curar su invierno.

Tu clavaste sus garras en lo más profundo.
Trasvasando tu locura y tu tormento.
Las recibió con gusto. Loco...
Necio y con la fiebre del fanático.

Diste lo que no tenías para ti.
Recibiste lo único que tenía.
Tu entregaste cenizas.
Él te dio sangre y te dio fuego.

Y no pudiste contestar.

Y entonces. Todo estalló.
Y el tullido enfermó.
No su cuerpo ya quebrado.
Su mente también se quebró.

Y loco, intentó, Ángel de hielo.
Exigirte fuego.
Cuando tu solo podías dar cenizas.
Y desesperado, intentó, Ángel de hielo.
Darte más fuego.

Pero su mente y su cuerpo terminaron en llamas.

Debería cantar, Ángel de hielo, tu canción al final?
De él no quedan más que cenizas.
Y su espíritu ahora no es más que odio y miedo.
Un ser de humo, no de fuego.

Ahora vuela, Ángel de hielo.

Por qué?

Porque el sol está saliendo.


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