No necesita título.

Hay en mi interior un pequeño pajaro azul que cantaba de vez en cuando.
Pero los humos y las toxinas y los engranajes y las cadenas lo han aplastado.
Y ahora, llueven cuervos negros de pico rojo y ojo blanco.
En bandada que me va arrancando pedazos.

Había en mi interior un pequeño pájaro azul, que cantaba de vez en cuando.
Y que se alimentaba de todas las cadenas de amor que eran su jaula.
Pero los cuervos negros con los picos llenos de carne roja...
Han levantado el vuelo y se las han llevado.

No me quedan lágrimas para llorar a ese pequeño pájaro azul.
Y a ti? Si te quedan, no las gastes por nada.
Los cuervos de pico ensangrentado descienden de nuevo.
Y siguen hambrientos.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Todo va a ir bien...

A merced do lobo. (Galego)

Y si te caes...