Reflexión Dominguera (8 de febrero de 2015)

Hace ya algún tiempo que no escribo mi reflexión dominguera. Por tanto, es posible que esté algo oxidado. A las escasas personas que leeréis esto... mis disculpas.

A lo largo de estos meses, no... más bien, a lo largo de todo este año...desde ese negro día... han pasado muchas cosas. Muchas... y no tengo ni idea de lo que ha pasado...

Esto puede parecer ridículo, sin sentido... y sin embargo, no se me ocurren otras palabras para describir todos los acontecimientos que se han precipitado como una cascada y... para bien o para mal... me han transformado.

Pero profundicemos un poco en este aparente sinsentido. Desde luego, han sucedido muchísimas cosas, lo mire desde donde lo mire, este último ha sido el año más duro, extraño, sencillo y maravilloso de mi vida. Y esto se debe a la gran cantidad de cosas que han acontecido sobre mi persona, cosas que van desde la más profunda depresión, a la hipnosis involuntaria y el amor egotista, pasando por la psicodelia, el ocultismo y la paranoia... para acabar desembocando en la paz, la meditación y la aceptación de la realidad. Y, evidentemente, esto ha sucedido de una forma causal, no casual, causal... causa y efecto.

Sin embargo, puedo afirmar que no tengo la más mínima idea u explicación coherente para todo lo sucedido. Por tanto, eso justifica que no tengo ni idea de que ha pasado. Porque no se por qué ha pasado. Y si me paro a pensarlo mejor, ni siquiera se si ha pasado realmente o todo ha sido producto de mi ser interior.

Planteemos una pregunta: Qué es la realidad? Es aquello que nos trasmiten nuestros sentidos? Es aquello que sentimos que encaja? Es aquello que nuestro corazón y nuestra mente aceptan? Es aquello que estamos preparados para ver? Es aquello que quieren que veamos? O quizás simplemente es un sueño en el que al morir... despertamos?

Elegid lo que queráis. Yo no puedo responder a eso, ni voy a intentarlo. Sin embargo, aunque no pueda explicarlo con palabras, puedo decir que mi interior ha aprendido algo... no puedo explicar qué es de forma convencional, lo resumiré como:

CLIC!.

Algo ha hecho CLIC! dentro de mi cabeza. Algo ha logrado que mi actitud respecto al mundo haya cambiado de forma radical. No intento que nadie me crea, tampoco intento hacer que sintáis lo mismo. A cada uno le llegará a su debido tiempo... si es que le llega.

Pero basándonos en esta aceptación, el mundo ha cambiado. Tanto dentro, como fuera. No podría explicarlo de otra manera. La vida, ya no es una escala de grises, la vida no se trata ya de un rutinario día a día, huyendo del dolor y la soledad mediante el onanismo y la mentira... No. Ahora veo las cosas de otro modo, muy distinto a hace un año. Las cadenas que antes me oprimían y me hacían gritar de dolor y placer... ya no me atan... eran solo mías... yo sujetaba las cadenas... y yo las he dejado caer. Las cosas son más brillantes, el mundo es un lugar maravilloso... y sin embargo, esto no se limita a mi mismo.

No. Causa y efecto. Si cambias tu, cambiarás a otros.

Por ello, he cambiado a otros. No como antaño, mediante la manipulación egocéntrica, no. He cambiado a otros gracias al amor que ahora profeso. A todas aquellas personas a las que manipulé en el pasado. A aquel amor que tanto sufrió mientras la psicodelia me transmutaba en otro ser. Solo puedo ofrecer mis disculpas, mis más sinceras disculpas... y decir...

NUNCA MÁS.

Y ahora, se aproxima de nuevo la fecha. La fecha en que tomé hace un año, la oscura resolución de acabar con mi vida en los tres sentidos (Físico: Poniendo fin a mi vida. Mental: Obliterando el mundo con mi odio y mi pena. Social: Calcinando todas mis relaciones para siempre.). La oscura fecha en la que el mundo se partió en pedazos. He llorado, he gritado, he rogado y he tratado de superar de mil modos la pérdida que cada vez dejaba un hueco más profundo en mi interior. Sin embargo, la respuesta se manifestó cuando menos la esperaba. En forma del mayor caos vivido hasta la fecha... bueno, el segundo mayor caos. Pero ese es otro tema.

Falta una semana. Menos, seis días... y para entonces... el ciclo que comenzó hace un año, se cerrará. No puedo decir si para siempre, no puedo decir que nunca volverá a alcanzarme la tristeza... lo único que puedo decir es que no volveré a huir de ella...

El mundo es un lugar maravilloso. Poblado por gente magnífica. Lleno de personas interesantes, donde cada día aprendes algo nuevo... hoy por ejemplo:

He aprendido que las ocas pueden ser muy graciosas con su torpe andar.

Y eso ya ha merecido la pena. Disfrutar del mundo, saber quien eres, vivir de forma auténtica, aprender a Ver... Eso es vida.

Un saludo.