Lugar mal descrito.

El lugar era una habitación oscura, sórdida y polvorienta.
Llena de almas rotas, de exoesqueletos mugrientos y aún así...
vacía.
Cuando entré,o más bien, desperté en su interior, me di cuenta del vacío.
Y en sus lúgubres y grises paredes de arena golpeé el deseo de tener brazos.
Y soñé.
Soñé con un alma gemela entre todas aquellas vasijas rotas.
Un recipiente lleno de veneno, que derramaba en la nada su recuerdo.
Un vacío gemelo. Algo que causase sueño negro y dulce despertar...
en aquella cama de sabanas de arena.

Pero lo que vi. No se parecía a nada que no fuese una marioneta de plástico quemado.
Y lo peor de todo, era que sostenía un espejo. Así que no era ella...

Era yo!