Sexta Observación: Archipielago

Creo que era como una marioneta que caminaba a ciegas sin necesidad alguna de hilos.

Veo que los hilos que utilizaba, no eran otra cosa que ridículos tejemanejes.

Al final, se que lo único que importa es que sigo siendo un niño perdido.

Pero el mundo, siempre acertado, me demuestra que sigo siendo un merluzo.

Es reconfortante saber que eso no cambia a pesar del paso de los vientos.

Sigo siendo un niño perdido... Pero puedo aprender a sentir, y es más, creo que ya he empezado.

Veremos que me depara el sol, la lluvia, el viento, la tierra, los labios, el cariño, los abrazos...

Y quien sabe si al final no me terminaré comiendo un coño.

En este Mundo Desconocido, todos los imposibles son realidades...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Todo va a ir bien...

A merced do lobo. (Galego)

Y si te caes...