El primer paso.

En el límite del mundo, recuerdo
ver dos líneas que marcaban algo más que el principio.
Narua remataba en aquel lugar al que solo puedo llamar ´´espacio``.
Y unas enormes llanuras se recortaban más allá.
Blancas amapolas, extendidas al infinito.
Sin camino, desde la distancia, me sentí atraído...
a caminar y perderme en la eterna monotonía nívea.
El sueño, me llamaba. El despertar, huía.
Giré el timón de mi barca, y puse rumbo hacia tierra.

El mar, que prometía tormenta, cesaba actividad alguna.
Estático, sin corriente, calma sólo rota por mi aliento.
Absorto, apenas reparé en la primera flor blanca...
que, a modo de valiente exploradora, dejo atrás la barca.
Cuando me quise dar cuenta, ya navegaba a pocos metros de la línea.
Error en el mundo, vibraba de un modo muy extraño.
Colores imposibles, y chispazos ocasionales. Producidos, quizás...
por la más poderosa de las magias.

Atrás queda Narua, y mi barca, deja este mundo antes que yo.
Movido por el pánico, al mar me he arrojado.
Solo para comprobar que hacia la línea soy atraído.
Y no hay corriente alguna, sólo ese extraño sonido vibrante:

Vriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiemiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Es realmente destacable, decir que no tengo miedo.
La barca, se ha disuelto en el aire, como si nunca hubiese existido.
Me aguarda a mi el mismo destino?
A sólo unos metros, la infinita línea vibra en el más absoluto silencio.
Ahora, mi aliento, cruza al otro lado. Con mi cuerpo.

Y me veo en medio del infinito paraje.
En este lugar, de cielo negro insondable.
Parece haber luz, surgida de algún lugar desconocido.
Las amapolas se agitan, mi vello se eriza, susurran mi nombre.
La línea sigue vibrando, pero no hay sonido alguno.

Sólo resta hacer una cosa:

Dar el primer paso.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Todo va a ir bien...

A merced do lobo. (Galego)

Y si te caes...