Es tu sonrisa.


No, no, no, no,no... te equivocas.
No se trata de tus pechos.
Ni tampoco de tus restallantes nalgas.
Tampoco son tus ojos...
ni tu ausencia de defectos y lacras.
Lo que me encanta de ti.
Es tu sonrisa.
Y desde la primera vez que te vi.
Se desvaneció toda duda...
Y mi corazón gritó:
Ésta! Ésta! Ésta! Ésta es la tuya!
Pero volaste más lejos de lo que alcanza mi vista.
No se trataba de tu mente, como en un principio argumenté.
Ni tampoco de tu cara oculta.
Asimismo, nada tiene que ver con tu nombre.
Eso, también fue una gran mentira.
Lo que me hace vibrar realmente...
Lo que me encanta de ti.
Es tu sonrisa.
Y aunque lo parezca, no soy tan tonto como yo pueda pensar.
Y se, que aunque no lo entiendas, mi sentencia es recordar...
el futuro incierto que teje la distancia y, con calma, aguardar...
que jamás descubras la mitad de lo que puedo esperar.
Por tanto. No me interesan tus pensamientos. Tus destinos ni tu pasado.
No me importa para nada que nada de esto sea entendido.
Lo que quiero decir, en clave de verso.
Es que de ti, solo me importa una cosa, en toda su gloria, quiero ver a esa que me encanta y que imagino en forma de energía compartida:
Tu sonrisa.
Mañanas de dulce melancolía...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Todo va a ir bien...

A merced do lobo. (Galego)

Y si te caes...