Imaginando (1)
Lo único que puedo hacer en este momento es imaginar:
Veo un campo. Un campo pintado en negro. Sus flores son las estrellas.
Veo un campo. Un campo pintado en negro. Sus flores son las estrellas.
Dos niños contemplan pegados a la hierba. Las eternas luces nocturnas.
En la maleza, acecha un lince. Su presa, un ratón campestre.
Mientras los niños celebran la vida. Al ratón,le alcanza su muerte.
Con los objetos voladores, los OVNIS y otras luces parpadeantes.
Los niños se maravillan con portentos dibujados en sus mentes.
Extraterrestres cabezones en infantiles platillos volantes.Seres sin forma, gaseosas entidades o provistos de múltiples apéndices.
Las posibilidades, son únicamente limitadas por sus mentes.
Por otro lado. En las estrellas. Las luces cruzan distancias innombrables.
Para la infinita energía, no hay espacio inalcanzable.
Todo en todos los mundos, galaxias, universos, multiversos y similares...
Parece obedecer al mismo principio inmutable.
La energía marca principios y finales.
Los lentos pasos del bailarín universal.
Resuenan por tiempo y espacio.Intangible, invisible, inescrutable, sólo podemos admirar...
El supremo movimiento oculto y presente en cada partícula del universo.
Y ante la revelación de la música del universo. Sólo resta una cosa...
Despertar.
Y entonces. La maravilla comienza.
En la maleza, acecha un lince. Su presa, un ratón campestre.
Mientras los niños celebran la vida. Al ratón,le alcanza su muerte.
Con los objetos voladores, los OVNIS y otras luces parpadeantes.
Los niños se maravillan con portentos dibujados en sus mentes.
Extraterrestres cabezones en infantiles platillos volantes.Seres sin forma, gaseosas entidades o provistos de múltiples apéndices.
Las posibilidades, son únicamente limitadas por sus mentes.
Por otro lado. En las estrellas. Las luces cruzan distancias innombrables.
Para la infinita energía, no hay espacio inalcanzable.
Todo en todos los mundos, galaxias, universos, multiversos y similares...
Parece obedecer al mismo principio inmutable.
La energía marca principios y finales.
Los lentos pasos del bailarín universal.
Resuenan por tiempo y espacio.Intangible, invisible, inescrutable, sólo podemos admirar...
El supremo movimiento oculto y presente en cada partícula del universo.
Y ante la revelación de la música del universo. Sólo resta una cosa...
Despertar.
Y entonces. La maravilla comienza.
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