Primera observación.

Los arboles danzantes
Portan máscaras de hojas.
Mecido por el vals del viento.
La danza del bosque no cesa.

Los árboles incansables
cambian las máscaras, toman otras nuevas.
Al compás de la percusión del río
La danza del bosque es eterna.

Los venerables chopos y alcornoques.
En el otoño visten prendas amarillas.
Atrapados en el fluir del Todo.
La danza del bosque no cesa.

Un poeta contempla, los troncos venerables.
Mientras observa como ellos fletan cientos de barcas.
Que se pierden río abajo...
Más allá de donde alcanza la vista...

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