La casualidad

Dos flores paseando a la luz de la luna.
Cantan a dúo una copla de plata
a la diosa que de luz las baña
pasaba por allí un ciclista perdido
y pudo oír su charla.

Se sintió maravillado
de la sabiduría de las hojas
la pericia de las esporas
el cantar de la hierba

La charla de las flores decía:

Quien desea vivir bajo la luna?
yo deseo vivir bajo la diosa
fundirme con ella en su caricia
apresurar el paso, soñar con la vida.

moverme con el viento
ser un ser orgánico
apartado del mundo entero
y conectado a la raíz eterna.

El ciclista oyó versos extintos
en boca de las plantas y lo vientos
permaneció atento
con el oído afinado
quizás podría escuchar algo más:

En el prado yacemos
durante miles de siglos
al granjero ayudamos
al animal alimentamos

y ellos a cambio:

Nos mueven, nos dejan crecer
un acuerdo mutuo que no se ha de romper
quien dijo que el interés no radica en el cariño?
sin duda un ser humano
como ese que encima del prado
es capaz de entender nuestro canto.

ABRAZO ENTRE CUERVOS.

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