Un puñado de versos a la luna...

La vi desde el piso de Shoujax
Alzada con orgullo por un dios descuidado
a caballo de diversas dimensiones
visitante muda de otros lugares

Pendida en el movil de la creación
allí se alza, cual faro en el firmamento
dentro de mí, como la más fuerte de las mareas
Una sola emoción:
Encantamiento

Vigilante serena se alza la luna
sobre todas las criaturas del mundo
Vigilante sobre la tierra... conectada

Sobre las altas dunas se eleva
sobre las nubes rauda vuela
y lo que a mí me evoca...
burdamente lo plasmaré en este poema

Sueño dorado, vestido de plata
sueño argénteo, sueño vívido
Dulce y suave esfera de luz y nácar
Adorada a través de los tiempos, por todas las razas

Juguetona, parece brillar aún más...
cuando la miro, espiritu titilante
La luna dorada implacable.

Juega!,Baila!, ofrécete a la diosa luna
Vigilante muda, vigilante eterna
Guardia por los eones, brazo infatigable
flota burlona, flota ligera, flota envidiable


A la gran diosa de plata canta triste la tierra:

Separadas al nacer, gran amor se profesan
el mar ante ella se postra en reverencia
Ella, artera. A veces sonríe, a veces lo azota
El mar se apena, se enfurece y llega la ola.

Que con gran anhelo aguarda el surfista muerto
Ella divertida
Contempla el gran duelo
con su enorme ojo, apática y entretenida.

Pues al fin y al cabo es la luna
la gran madre de plata
y necio es el ser, vivo o muerto
que afirme por completo conocerla

Parece que el difunto ha vencido
el mar es derrotado, se retira, abatido
La gran diosa sonríe al vencedor, premiandolo...
Un rayo dorado como una ola
y encabezando la marcha... el buen Panda

El difunto toma su tabla
y cabalga la ola
hacia la dorada luna...
Con el Buen Panda como guía

El mar estelar
es para deleite del viajero
similar a nuestro mar
las mareas del espacio-tiempo
y un desafío que aceptar

En su viaje, el gran viajero
descubrió grandes cosas
Nuevos mundo, nuevas razas
grandes satelites de color y tiempo ignoto
Portentos que hicieron de surfista...
un gran sabio.

Finalmente alcanzó su destino
La morada de la dama de plata
aquella que a cada alma
indiferente, sella su sino.

y que vio?
que se ocultaba en la luna?
El difunto sabio nunca lo dijo
fue algo que se llevó a planina...